lunes, 21 de marzo de 2011

Llegando al final

El juego de la “U” es de peor nivel que el puntaje que obtiene hasta el momento. Y los puntos con que cuenta, son exactamente la mitad de la totalidad que pudiera haber conseguido. Es decir, resumiendo, el juego de la “U” es peor que el puntaje mediocre que hoy muestra. Y eso aunque suene feo es una caricia, un piropo para Del Solar.
El técnico de la “U” se salva y aún no sabe como lo hace. Fecha si y fecha no intenta encontrar una explicación a su repentina suerte. Porque es suerte haber sacado un empate con lo poco que mostró en Arequipa. Y es suerte tener la mitad de una cosecha que ya se daba francamente por perdida.

Sus formaciones, estrategias e indicaciones no generan los resultados que necesita obtener, pero tampoco lo acaban con la rapidez que muchos desearían. En el caso de Del Solar el patíbulo es largo, tan largo como la falta de explicaciones coherentes a lo que sucede.
Universitario de Deportes es una piedra extraña en manos de un mal técnico. No sabemos y no podremos saber, las múltiples virtudes que contiene este cuadro hasta que se vaya el actual entrenador. No podremos descifrar los elementos y los nombres que en otras circunstancias harían funcionar mil imprentas a la vez.
Dicen que faltarían periódicos si se tuviera al entrenador adecuado. Es una exageración, claro. Pero cualquier fantasía fácil refleja una difícil situación y nos permite a su vez alejarnos del terrible momento futbolístico que vive la “U”

Han transcurrido seis fechas y son seis fechas en que no existen mejoras significativas. Existe el compromiso de un plantel de sacar esto adelante y aún queda garra, bueno, queda mucha garra. Pero no más.
En Universitario de Deportes el fútbol es como el aceite que lubrica la máquina. Le da la exactitud para llegar al punto deseado. En este momento, la “U” sólo cuenta con garra, con su gasolina y eso ha de ocasionar tarde o temprano, el recalentamiento del motor y la fundición posterior del mismo.
Porque los jugadores también van a terminar hartos de jugar a nada y de significar tan poco. Van a terminar cansados del ir y venir que implica la mediocridad del puntaje obtenido. A veces se gana, a veces se pierde y a veces también se empata. Eso es mediocridad señores, y los jugadores de la “U” como cualquier gente con orgullo terminarán hartos de una situación que no buscaron, pero adonde fueron llevados por su técnico.

Del Solar es el director de la orquesta, el encargado de hacerla rendir al máximo y eso no está sucediendo. Las fechas pasan y Universitario de Deportes avanza con vicios y cojeras, avanza de puro valiente, de puro necio a un destino que se muestra más que difícil, improbable.
Porque con el punto que obtiene hoy, es difícil que salga campeón y a su vez es improbable que lo mismo ocurra de la manera como está jugando.
El equipo crema gracias a un mal manejo de su plantel, está a punto de cruzar hacia el estuario de lo improbable.
Recién empieza esto (es un decir) y ya todo se muestra más que difícil. Si al menos los rivales fueran mejores que nosotros, tuvieran mejores razones que nosotros y contaran con excelentes planteles, cabría el honor de decir que con nuestras limitaciones y la ineptitud de nuestro técnico, la luchamos. La luchamos de principio a fin. Pero ese no es el caso y lo sabemos.
Existen dos certezas probadas hasta este momento. La “U” puede jugar mejor y también estar mejor ubicada en la tabla.

Del Solar alarga su final, juega minutos extra y aquello se lo debe agradecer a su suerte. No al mal juego de la “U”, ni a la ineptitud mostrada hasta hoy. No. Del Solar debe su puesto a una serie de circunstancias que nada tienen que ver con resultados y con buen juego mostrado y si tienen mucho que hacer con la mediocridad de un campeonato, donde aun así la “U” no puede sobresalir.
El entrenador de la “U” vive en las rendijas y resquicios del tiempo donde a pesar de hacer las cosas al revés, aquellas no le salen tan mal. Son las rendijas y resquicios pequeños donde la cucaracha vive sin poder ser pisada. El entrenador de la “U” cuenta con suerte y es gracias a ella y no a su poca capacidad que entrena al equipo crema.
Del Solar es el bicho en la rendija. Pero aquel bicho al fin y al cabo, y más pronto que nunca, terminará pisado por sus propios errores y sus propios pies. Del Solar es tan malo que se pisará sólo y aún así no podrá dejar huella como entrenador en la “U”. Y eso señores, es una certeza y también la triste verdad.


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