Si me habrían preguntado antes del partido, ¿qué conclusión sacaba del día?...yo habría contestado sin dudar, que aquel era idéntico a cualquiera de los días que hemos tenido durante el año; un cielo despejado y un sol esplendoroso en el cielo, tan igual a uno de enero o febrero, tan igual que sería bueno recordarle al señor tiempo de que ya no estamos en verano y de que esta insolación que me gané ayer, es una culpa compartida y no solamente mía.
Si me habrían preguntado después del partido, ¿qué conclusión sacaba del día?...yo habría contestado estrictamente con respecto a la hinchada, de que ese día era idéntico a cualquiera de los días de fútbol que han transcurrido en este 2008; con una hinchada entusiasmada e ilusionada, con gran cantidad de cremas marchando de múltiples puntos de la ciudad para ver a su club y realizando el sprint final desde el óvalo del Alpamayo hasta cada una de las tribunas, allí donde se igualan las pulsaciones del que viene a pie de su barrio, del que viene en micro, ómnibus o taxi, del que viene jalado por alguien o jalando a un grupo de patas y luego tiene que dejar su carro en La Molina para caminar o correr hacia Ate; esa distancia que no hacen recorrer a ninguna otra “hinchada” (como totalidad) en el Perú, es que hinchas (en el sentido estricto), sólo los de la “U”; esa distancia de la que nunca nadie se ha molestado en contar o medir, es simple…se camina lo que sea, porque se te siente siempre cerca.
Si me habrían preguntado después del partido, ¿qué conclusión sacaba del día?...yo habría contestado desde el lado futbolístico, que ayer cambió el equipo de la “U” (al menos la mayoría), que ayer cambió su juego en conjunto para mejor, que ayer cambió el resultado habitual y sumamos al ganar de local, el golear a la visita…ayer inclusive cambió el rival que teníamos enfrente, ese conjunto rosado que es rémora de otros años y es por esto que se debe tomar con pinzas el resultado. Se cambió para bien, ¿pero cuánto de ese cambio se debió a que el rival lo permitió?; los rosados son un equipo de segunda, de eso no pueden quedar dudas…¿ganarle 5-1 a un equipo de segunda es algo tan extraordinario?; que no nos engañen los que intentan inflar a este equipo, se ganó y es valioso porque son 3 puntos que necesitábamos con urgencia, se ganó y es valioso porque hicimos sufrir y llorar a los de enfrente ( En Ate, tú no puedes…ni podrás), se ganó y es valioso porque una goleada reconforta al equipo, ilusiona a la hinchada y da tranquilidad al comando técnico; pero hay cosas que siguen preocupando y no cambian…nos sigue preocupando la falta de piezas de recambio en la parte de adelante (señores dirigentes, ¿qué esperan?), nos sigue preocupando que Malingas continúe siendo un fiasco y el tal Neyra sea un apático de cuidado.
Si me habrían preguntado apenas terminó el partido u hoy, ¿a quién se le merece mencionar dentro del equipo?...yo habría contestado sin lugar a dudas que a “Toñito” Gonzáles, ese chato que es idéntico y distinto al del pasado reciente, idéntico en su juego aguerrido y distinto al expulsado del pasado. Toño ha entendido que esto es fútbol y no box, que el más aguerrido es siempre el que gana el balón con buenas artes, que el más aguerrido es aquel que lucha y nunca da una pelota por perdida, y no aquel que patea al rival hasta la expulsión; es que hay espejos y espejos…ayer su espejo era el malero de Guadalupe, hoy lo es Galván. Valiente es el que da la cara siempre, no el que busca la bronca. Bien por Gonzáles, ojalá que su consolidación sea permanente.
Si me habrías preguntado después del partido, ¿qué conclusión sacaba al final del día?, te habría dicho ayer, lo mismo que te voy a decir ahora…que ya hablamos suficiente, que ahora viene Melgar en AQP y que los tres puntos son una obligación. Nuestra obligación es alentarte (la de todos) y en mi caso (esta vez) acompañarte en el viaje…nos vemos en Areq“U”ipa, mi querida crema.
¡Y DALE “U”!
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