La “U” logra el triunfo ante San Martín con mucha pausa en su juego. Con mucho resguardo para evitar la sorpresa del contrario. Universitario está decidido a dominar a su presa desde el primer momento, pero está decidido también a hacerlo de a pocos. Sin sobresaltos innecesarios que puedan implicar la reacción del contrario. La “U” no quiere el frontón, quiere taladrar esa pared santa e irse al otro lado.
El juego de contragolpe de los santos no funciona porque los resortes no funcionan si se les presiona con cuidado y continuamente. No funcionan si con el tiempo transcurrido se les pone demasiado peso hasta romperlos. Eso es lo que realiza el equipo crema. Reclama el terreno, pero no le da excesivo vértigo a un juego que pueda separar las líneas de las figuras que intenta pintar.
Los primeros quince minutos fueron fundamentales porque el equipo santo intenta hacer algo distinto a lo normal, intenta pelear el mediocampo con la “U” y ganarle la iniciativa. El Maño sabía que de un momento a otro, debido al trajín de la semana, sus jugadores se cansarían irremediablemente y que ningún piloto automático u orden desde fuera los haría volver.
La “U” les pelea el mediocampo sin caer en ninguna trampa, sin negarse a dar pelea, pero sin ánimos aún de conquista. Sabían también que de un momento a otro las fichas se acomodarían para permitirles más que una iniciativa.
Cuando el equipo santo se cansa de pelear (esto es antes del gol crema y de la expulsión) es cuando Universitario tranquilamente gana el partido.
La formación de la “U” es casi la formación que debería darse siempre si no fuera por las expulsiones y lesiones. Todas las posiciones bien estudiadas y comprendidas, todas menos una. Aquella única posición fuera de lo común es la del chileno Álvarez que juega de defensa tanto como de ataque. Decir que se suma al ataque es quedarse corto ante lo ya visto. Es así que más de una vez aparece desde un extremo para sorprender a los albos. En el primer tiempo falla un gol fabricado por él y en el segundo logra robar otra vez la posición y cabecear provocando la confusión y el gol de Ruidíaz.
En el esquema clásico que utiliza Del Solar, la novedad la trae el chileno. Y basta con decir que hasta el momento es el único jale de todos los presentados que ha traído frutos.
Álvarez a diferencia de Morel tiene garra y eso en un club tan especial como la “U”, pesa demasiado. En épocas de guerra y con los enemigos a las puertas, el acero vale más que el oro. En pleno campeonato peruano, ¿qué valdrá más, un sombrero elegante o una cabeza algo fea buscando un balón?
La tercera fecha deja un saldo positivo para el equipo crema. Se ganan tres puntos contra un rival que suele ser peligroso, pero que esta vez debido a circunstancias tan especiales no lo es tanto, pero eso poco importa al final del día. Se encuentra a su vez una posible figura para el futuro en el chileno Álvarez y se confirma la necesidad de Ruidíaz en el equipo titular. Pero sobre todo se le da respiro a un técnico que no tiene mucho aire por respirar, Del Solar tiene un acierto al plantear el partido así, tiene un acierto luego de tantos errores. Esperamos de verdad por el bien y por la historia de la “U” que no sea el único de la temporada. Una golondrina no hace un verano y un pavo no hace una navidad.
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