Más que un capricho…es justicia.
Larga jornada es la que tiene el sol por delante, jornada que con esfuerzo debe rebasar el mero capricho, la mera gana, para lograr lucir su mejor estado y así romper ese cerco de nubes que como un rebaño rebelde lo ocultan, lo sacrifican detrás de sus gaseosos cuerpos.
Es una jornada de justicia la que la “U” debe acometer; tiene que bregar para poner las cosas en su sitio y llevar a esos tres borregos (puntos) descarriados de vuelta al redil. La punta es crema a pesar del intento de otros, la punta es crema y se debe demostrar venciendo al cuadro chimbotano.
Son la 1:30 de la tarde en Surco y el verano ha vuelto no por un instante, no como un vulgar antojo, ha vuelto porque el sol una vez más ha decidido alumbrar el paso de la “U”, ha decidido ser en su inmensidad parte del verano del campeón.
Son la una y treinta en Surco y el trayecto que sigue la combi de la ruta “s” podría resultar a primera vista un capricho, un prurito, ya que el trayecto está lleno de giros, curvas, paraderos formales e informales, recovecos y escondites que hacen dudar al usuario primerizo y también por un instante al pasajero más experimentado sobre la conveniencia de la ruta; pero cada bache, parada y policía que detiene el tránsito es parte conexa de un mismo universo, de una misma cadena de eventos que nos deben de llevar más cerca del campeón. Es así, que no es capricho o casualidad que el último paradero en donde acaba la ruta se ubique a sólo unas cuadras del Monumental.
La ruta de un campeón no es fácil, no viene exenta de problemas y hasta de cambio de piezas (Candelo, Galván) para poder continuar. Hay partidos que se empiezan a ganar desde el saque, y otros donde el equipo debe reaccionar ante la arremetida del rival; así sucedió ayer, con un contrario ordenado y dispuesto a sorprender y sorprenderse, con un contrario intentando ser más que la “U” hasta en dos oportunidades, pero dos oportunidades o dos intentos son sólo eso…intentos, y se necesita ser más que un capricho o dos para tumbar a la “U”, para poderle cortar su ruta hacia el paradero final, hacia el campeonato.
El equipo de la “U” incluso con las llantas bajas (¿qué pasó Rainer?) puede empujar todo el tráfico de una ciudad hacia delante, puede empujar todo el embotellamiento de la defensa de Gálvez hasta acelerar la igualdad en el partido y si cuenta con el debido tiempo, puede darse el lujo de variar la ruta cuando el área esta cerrada a el juego en corto o a los centros; el disparo de larga distancia a los 75 fue eso.
Es verdad, la “U” ayer fue una rémora de sus mejores momentos en el campeonato, pero el resultado no es caprichoso como otros lo quieren hacer ver, una pelota no cruza nunca la línea por mera casualidad, alguna fuerza física debe estar detrás de ella siempre. El 3-2 es justo porque Universitario en su desorden, siempre intentó. Es justo porque al ir hacia delante se llevó de encuentro a dos jugadores rivales y los hizo expulsar…nada es un capricho, cuando se le mira de frente al rival y se le ataca. Ese es el mérito del 3-2.
Este miércoles toca el Aurich y se espera la asistencia masiva de la hinchada. No duden hinchas en venir, en acercarse. Que los diarios hagan sus conjeturas y digan lo que quieran. Ayer domingo, no hubo nada de casualidad en el resultado. Ayer domingo, no hubo nada de caprichoso para las 25000 personas que asistieron. ¿Quién puede decir que 25000 personas ante Gálvez son un capricho?...¿quién?
25000 hinchas son mucho más que eso, pues todos ellos expresan en su canto una firme creencia en la “U”, un saber de que este año es y que todos juntos lo lograremos. 25000 hinchas ante Gálvez, son poner las cosas en su sitio; son simplemente, la necesaria justicia para nuestro club y su historia.
Y DALE “U”
No hay comentarios:
Publicar un comentario